Conocer los síntomas del estrés y aprender a identificarlo puede ayudarnos a tratar de manejarlo para evitar que nos gobierne…
¿Qué es el estrés?
El estrés es una reacción natural del cuerpo, un mecanismo de defensa que el organismo libera frente a determinadas circunstancias de nuestro entorno.
A pesar de conocerse por su efecto negativo, se trata de una respuesta de protección ante el peligro y otras cosas que ocurren y cambian en la vida.
El estrés produce un flujo de hormonas, que pueden hacer que evadamos o enfrentemos una situación peligrosa o abrumadora.
Por una razón u otra, deberemos lidiar con el estrés. Forma parte de la vida. Sentir estrés es normal. Todos lo sentimos en un momento u otro.
Pero hay un abismo de distancia entre vivir una situación estresante momentánea debido a un conflicto puntual, que experimentarlo con regularidad. No es lo mismo «me estresé por algo», que «vivir estresado».
El problema es cuando se convierte en una condición habitual que termina afectando nuestra vida. Porque tal como uno puede experimentarlo en carne propia, el estrés agota física y mentalmente.
Si se vuelve un mal crónico, podría influenciar negativamente en nuestra salud mental, emocional y también física.
¿Por qué nos estresamos?
¿Quién no se estresó?
Muchos se han sentido invadidos por la desesperación y nerviosismo paralizante del estrés, una sensación incómoda que infunde la creencia de no poder afrontar ciertas demandas y situaciones del mundo cotidiano.
Los factores estresantes pueden ser muchos, incluyendo estas y otras tantas causas posibles:
- Un ruido
- Salir en una primera cita
- Escuchar a un auto a toda velocidad
- Ver todo lo que queda por estudiar
- Retos, inseguridades y preocupaciones asociadas con el trabajo
- Desafíos personales y profesionales
- Problemas de salud
- Conflictos de pareja
- La incertidumbre económica
Cuanto más sean los factores estresantes mayores serán los sentimientos de estrés.
Tipos de estrés
Hay distintos tipos y grados de estrés.
Está el estrés causado por el peso de la rutina diaria, a menudo relacionado con los deberes del hogar, el bienestar de hijos y las responsabilidades financieras.
Está el estrés emocional de profundo impacto, por ejemplo ante cambios radicales en la vida, como lo son los duelos, decepciones y pérdidas de empleo.
Y también el llamado estrés postraumático, originado a raíz de traumas extremos, como ser sufrir un acto de violencia, un accidente grave o la guerra y sus ya conocidas secuelas psicológicas.
Síntomas del estrés
Dado que puede manifestarse de diversas formas y debido a que algunos síntomas del estrés pueden ser similares a los síntomas de otros trastornos, en todo caso lo mejor es acudir a un psicólogo, el profesional indicado para hacer un diagnóstico y ofrecer un tratamiento.
El estrés presenta síntomas muy variados.
Habitualmente, los síntomas del estrés se manifiestan a nivel mental y físico, así como en el comportamiento.
Entre otros síntomas del estrés, los más comunes incluyen:
- Sentirse abrumado
- Dolores de cabeza
- Dolores crónicos
- Tensión muscular
- Fatiga – Agotamiento
- Dificultad para concentrarse
- Dificultad para dormir – Insomnio
- Problemas digestivos
- Comer más o menos
- Bajo deseo sexual
- Falta de paciencia
- Sentirse irritable con las personas
- Sensación de estar siempre nervioso
- Hábitos poco o nada saludables
Ejemplos de Síntomas mentales de estrés
- Problemas de memoria
- Sentirse abrumado
- Dificultad para concentrarse
- Dificultad para tomar decisiones
- Estar constantemente preocupado
- Ansiedad
- Depresión
Ejemplos de Síntomas físicos de estrés
- Problemas estomacales
- Mareos
- Dolores de cabeza
- Dolor de pecho
- Latidos cardíacos más rápidos
- Tensión / Dolor muscular
- Problemas sexuales
- Inquietud constante
Cambios de comportamiento
- Estar irritable
- Dormir mucho o muy poco
- Comer en exceso o comer muy poco
- Evitar lugares y personas
- Exceso de tabaco, alcohol y otras drogas
- Tomar malas decisiones
¿Cómo combatir el estrés?
No hay curas milagrosas ni tratamientos de un día para el otro, pero tratar de descubrir el origen del estrés, identificando de qué esfera de nuestra vida procede y por qué, puede ser el primer paso para poder enfrentarlo.
Porque eso es clave: hacerle frente. Esto significa lidiar con el estrés, en lugar de ignorarlo.
Hacer caso omiso al estrés hará que igualmente siga creciendo cada vez más, tal como el efecto de bola de nieve. Tal como sucede al tratar de ignorar otras enfermedades, dolores físicos y problemas de la vida.
Si hacemos como que no está, el estrés seguirá originando nuevos problemas e incomodidades. Evitarlo y no adoptar las medidas necesarias para atacarlo podría convertir al estrés en un mal crónico.
A continuación, algunas ideas básicas y prácticas para combatir el estrés:
Participar en actividades que te ayuden a relajarte
Lo que te guste y sirva para parar un poco. Jugar al fútbol, correr (con los pies, no con la cabeza), leer un libro, ir a la playa, dar una vuelta manzana, ver una serie, dibujar, programar o jugar un videojuego.
Mejorar la gestión del tiempo
Podría ser muy oportuno hacer un seguimiento y registrar cuánto se demora en completar cada tarea para así mejorar la planificación del tiempo y la priorización de las labores.
Así como no conviene no hacer nada y perder el tiempo solo con distracciones, tampoco es bueno llenarse de actividades y tratar de hacer demasiado solo por hacer. Esto, a la larga, te estresará.
Descansar
A veces el mejor remedio contra el estrés ocasional es tomarse un descanso de unos días. Al menos por un fin de semana, alejado de los focos de estrés.
Escribir sobre lo que nos estresa
Un registro personal para no mostrar a nadie más que a uno, que sirva para documentar emociones, situaciones y pensamientos.
Naturalmente, al estar aquejado por el estrés uno no se detiene a pensar en su origen, es decir de dónde procede y por qué lo sentimos. Sin embargo, determinar esto resulta muy importante para abordarlo.
Una práctica que podría ser útil es frenar un poco y tomarse el tiempo necesario para ver qué ha estado pasando.
Luego, hacer un pequeño historial, algo así como un inventario personal que incluya posibles eventos y situaciones que lo desencadenan.
También registrar los momentos del día en que más sentimos el filo del estrés.
Llevar un registro puede servir para tomar una distancia y obtener una perspectiva diferente respecto a lo que nos causa estrés.
Dejarlo por escrito podría colaborar a identificar cuáles son sus disparadores.
Conversa con un psicólogo
El psicólogo puede ayudarte a identificar aquellas cosas de la vida que desencadenan el estrés para así adoptar una actitud proactiva y poder enfrentarlo.
En lugar de luchar a ciegas contra los síntomas del estrés y pasarla mal, acude a un psicólogo.
Con la asistencia profesional de un psicólogo podrás comprender de dónde proviene ese estado de tensión constante y también aprender estrategias de afrontamiento para lidiar mejor con el estrés.
7 Consejos para encontrar balance y des-estrés
Se recomienda recomienda comenzar por…
- Aprender a identificar qué está causando el estrés
- Meditación Mindfulness
- Aprender a priorizar
- Desglose de metas
- Hacer ejercicio
- Respiración profunda
- Aprenda a reconocer su éxito
Ver: ¿Qué es la meditación mindfulness?
Fuentes: